jueves, 28 de abril de 2011

LÓPEZ DEL HIERRO II

En nómina del procesado y condenado Hachuel
Ignacio López del Hierro pasa por numerosas empresas públicas y privadas hasta aterrizar en la sociedad Celso García, donde permanece hasta su adquisición por el financiero Jacques Hachuel. A partir de aquí (finales de los 80), López del Hierro ocupa distintas responsabilidades en sociedades propiedad del magnate judío, como H.Capital, Celso García, Inmobiliaria Egenova, Alfajet Chárter y Adiobser, esta última encargada de liquidar el diario El Independiente. Los turbios negocios y la visita a los oscuros fondos financieros llevan a Jacques Hachuel a la cárcel al ser imputado y condenado a cuatro años de prisión por apropiación indebida y falsedad documental en el conocido como caso Banesto, con Mario Conde como principal delincuente.
Rivero, Bami y Metrovacesa, o el “amor por el ladrillo”
El sevillano desaparece de la órbita de Hachuel y aterriza en el entorno de Joaquín Rivero, un destacado empresario gaditano con quien permanecerá a su lado a través de Bami, Metrovacesa y Gecina, tres inmobiliarias de ineludible consulta para conocer el apogeo y la decadencia de los señores del ladrillo, del que López del Hierro es un aventajado militante y un destacado líder, con importantes responsabilidades en los consejos de administración donde el hormigón, las recalificaciones y las plusvalías eran la moneda de cambio de sus integrantes.
Amistades peligrosas: Agag entra en escena
Joaquín Rivero y su fiel “escudero”, Ignacio López del Hierro, tras su intento fallido de quedarse con Vallehermoso, apuntan más alto y se lanzan a por Metrovacesa, adquiriendo el 23.9% de las acciones que el BBVA les vende por 545,4 millones de euros. La mediación de Alejandro Agag es fundamental en la operación. Según el libro Élite o escoria (editorial Alfio), el ahora yernísimo del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, utilizó sus influencias para filtrar a los interesados que la oferta de Fadesa por Metrovacesa era superior a la suya. Bami lo tuvo fácil: la superó en 1 euro y, según los autores del libro, Agag se embolsó el 1% de la operación (5,4 millones de euros), algo que no ha sido confirmado por Agag ni por el propio Rivero.
Agag y Gordon, al auxilio de López del Hierro
 La operación financiera para absorber a Metrovacesa debilita a Bami por lo que Rivero confía a su fiel “escudero” la búsqueda de liquidez a través de un accionista inversor. Ignacio López del Hierro, conocedor del ambiente “Ppijo” madrileño, vuelve a confiar en el lobby formado por Alejandro Agag y el ahora imputado en el caso Gürtel, Jacobo Gordon. El yernísimo echa mano de su amistad con Silvio Berlusconi y el dueño Fininvest les manda a los patriarcas empresariales Francesco Gaetano Caltagirone y Alfio Marchini como grandes salvadores.
¿Engañó Agag a López del Hierro?
Pero lo que se iba a convertir en la salvación de Bami fue, en realidad, una auténtica pesadilla al comprobar Rivero que los italianos amigos de Agag lo que pretendían en realidad era hacerse con el control de Metrovacesa, sobre la que lanzaron una OPA hostil, pero gracias a las maniobras de López del Hierro la operación se frustra, y el yernísimo de Aznar pierde su comisión que le hubiera correspondido si llega a prosperar la oferta de 1.230 millones de euros que los empresarios de Il Cavaliere ofrecieron por el 75% de Metrovacesa. En círculos “ladrilleros” se habló en su momento de que Agag había engañado y traicionado a Nacho, nombre por el que era conocido López del Hierro entre la “Ppijería” madrileña.
El precio de una desmedida ambición…
A Ignacio López del Hierro no le salieron gratis todas sus argucias y maquinaciones. En junio de 2005 es multado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores con 36.000 euros por operaciones irregulares en Metrovacesa. Un mes después, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz le imputa por varios delitos relacionados con la compra de la citada inmobiliaria.
…y una indemnización desmedida
Cuando todo se fue al traste y Metrovacesa se partió en dos (Sanahuja-Rivero), Nacho López del Hierro abandonó su consejo de administración no sin antes repartirse con Joaquín Rivero y Manuel González un “botín” de 5,25 millones de euros en concepto de indemnización por la escisión de la inmobiliaria. Había llegado el momento de saltar al ruedo financiero de Castilla-La Mancha.
CCM invierte en el proyecto de López del Hierro
Ignacio López del Hierro llega el 20 de septiembre de 2007 al consejo de administración de la Corporación Industrial de CCM, donde le “coloca” su entonces novia y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, según el ex director de la entidad. Dos meses después, CCM Corporación venderá todas sus acciones de Metrovacesa para invertir en Gecina, la filial francesa controlada por Rivero y López del Hierro, además de comprar más de 102.000 acciones, por valor de más de 1 millón de euros, de Bami New Co.
Intervención de CCM, boda y Bono
El final de la historia ya es conocida por todos: Nacho López del Hierro abandona en febrero de 2009 CCM por orden de la secretaria general del PP, el Banco de España interviene en marzo de ese mismo año la Caja manchega, entre otras cosas, por la millonaria salida de depósitos motivada, en parte, por el acoso y derribo de Cospedal, quien finalmente contrae matrimonio con este señor del ladrillo que niega estar detrás de la campaña de desprestigio que sufre José Bono. Sin embargo, el PSOE lo tiene claro: desde que llegó el matrimonio a Castilla-La Mancha la política regional pasa por los peores momentos de su reciente historia.

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