martes, 28 de junio de 2011

CENA DE AMIGOS


Mercedes Arancibia
Cena de amigos, que se estrena este 1 de julio, es algo más que una entretenida película veraniega. El título original, El código ha cambiado, se refiere al hecho de que, desde hace ya muchos años, en la mayoría de los inmuebles parisinos se entra después de marcar un código en el tablero colocado junto a la puerta. Cada vez que ocurre algún tipo de percance -robo en alguna de las viviendas, por ejemplo- se acostumbra cambiar el código y quienes no conocen el nuevo no pueden acceder al interior.
Pues, bien, a partir de un código cambiado y una cena veraniega -algunos de los invitados no conocen el código pero no tiene la menor importancia; para eso están los móviles- la realizadora francesa Danièle Thompson ha fabricado una historia de amores, odios, rutinas y secretos burgueses, muy burgueses (muy “bo-bo” dirían en París, “bourgeois- bohême”). Entre los asistentes hay familiares de los anfitriones, amigos de toda la vida, amigos recientes y compromisos tipo jefe del despacho o profesora de baile... En torno a la mesa de una cocina recién renovada se sientan también abogados, médicos, el propio autor de la obra, un marino, una mujer que hace vestuarios para el cine... En total diez personas y entre ellas historias que comienzan y acaban, relaciones inconfesables y esas cosas que nunca se dicen pero están siempre en la punta de la lengua. Gentes que aparentemente tienen todo para ser felices pero parecen casi regodearse en su propio espectáculo de torpezas, problemas sin resolver y frustraciones.
Cena de amigos tiene ya dos años (me pregunto por qué tarda tanto en llegar el cine europeo a nuestras pantallas); en Francia fue número uno en taquilla con más de dos millones de espectadores. La sinopsis del estreno en 2009 contaba así la trama: una cena es la dictadura de las apariencias: nos arreglamos, reímos, contamos cosas, fardamos, vacilamos, compartimos recuerdos y proyectos. Las angustias es esconden con humor y las penas se ahogan en carcajadas. Y, durante algunas horas, nos lo creemos. Eso es lo principal...Si uno tiene el código correcto y respeta los demás- cordialidad, hipocresía, buen humor- es posible pasar una buena noche... Pero las máscaras desaparecen en el camino de vuelta...
La película tiene todos los elementos de una comedia costumbrista de ahora mismo, los personajes incluyen matices que ayudan a descifrar su complejidad y la narración avanza y retrocede a lo largo de un año, el que transcurre entre la cena donde empiezan y terminan algunos secretos bien guardados y la cena que no llega a celebrarse a pesar de estar convocada, exactamente un año después, en la misma “noche más larga del año” del 21 de junio. En cuanto a los actores mejor, infinitamente mejor, los hombres que las mujeres de la película, es especialDanny Boon, en el papel de un parado depresivo y un tanto jeta; Pierre Arditi, que es un sexagenario que abandonó a la madre de la anfitriona y volvió a casarse con una mujer mucho más joven; y Patrick Bruel, un cancerólogo que sufre con los malos tragos de sus pacientes. Entre ellas, Emmanuelle SeignerMarina HandsKarin Viard y la bailarina española Blanca Li.
Daniéle Thompson, cinco veces nominada a los César (los Goya del cine francés), es la autora de títulos como Jet Lag, Cena de Navidad y Patio de butacas, y guionista de algunos de los títulos más destacados de la filmografía de Patrice Chéreau como “La Reina Margot” y “Los que me quieran cogerán el tren”. En su faceta de guionista estuvo nominada a los Oscar en la categoría de Mejor Guión Original por “Cousin Cousine” en 1975.
Según la revista Filmreporter estamos ante “en el mejor sentido, una comedia francesa”.

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