lunes, 13 de junio de 2011

LOS HERMANOS MUSULMANES


Mercedes Arancibia
Al margen del poder durante más de medio siglo, los Hermanos Musulmanes regresaron en febrero pasado al centro del juego político egipcio gracias a la crisis que afectaba al país y a la “revolución” de los jóvenes que acabó con el régimen totalitario de Hosni Mubarak. Ahora podrían jugar un papel en la política local, de la que estaban oficialmente desterrados desde 1954, aunque según los expertos del Instituto de relaciones Internacionales y estratégicas (Iris) francés, “mantuvieron relaciones muy ambiguas con el régimen de Mubarak , nunca una oposición frontal, los Hermanos no se ocupaban de política pero en cambio tenían carta blanca para islamizar la sociedad y predicar”.
El movimiento aprovechó esa relativa libertad de acción para ir ampliando el abanico de su influencia y terminar convirtiéndose en la principal fuerza de oposición del país: en las legislativas de 2005 consiguieron 88 diputados en las 165 circunscripciones en que se presentaron como “independientes”.
Los recientes acontecimientos protagonizados fundamentalmente por la juventud egipcia, que se instaló en las plazas del país hasta conseguir poner punto final a medio siglo de dictadura, han vuelto a sacar a la luz a los Hermanos Musulmanes que ahora podrían tener su parte de protagonismo en el futuro de la sociedad egipcia siempre que consigan superar sus divisiones y adaptarse a los tiempos que corren, opinión que comparte el periodista y escritor Javier Martín, autor de “un manual” titulado justamente Los Hermanos Musulmanes, con el que quiere presentar y contar la historia de la organización más importante de la oposición egipcia: "Egipto ha sido escenario de una revuelta popular; la revolución, sin embargo, está aún por llegar. La sociedad ha logrado expulsar al presidente, pero el sistema sigue en pie y no se han producido cambios fundamentales", puede leerse en sus páginas.
En la estela de aventuras editoriales tan importantes en nuestra formación como las famosas entregas de la colección “Que sais-je?” francesa, y muchas otras similares que surgieron en los años 60/70 del siglo pasado, Javier Martin ha escrito la historia de la famosa hermandad, fundada en 1928 por Hasan al Banna quien "está considerado como uno de los pensadores y líderes islamistas más influyentes de la historia moderna"... "La revolución les ha dado una nueva visión".
“En 1928, el egipcio Hasan al Banna creó una organización que no sólo trocó el devenir de su país, sino que abrió una nueva era en la historia del islam. Concebida como un movimiento regeneracionista en tiempos de crisis política y espiritual, la Sociedad de los Hermanos Musulmanes está considerada el numen de todas las corrientes islamistas, moderadas y radicales, que se han desarrollado desde entonces”. Esta obra ofrece un recorrido por la historia de este movimiento, desde su origen, su ilegalización en 1954 y su regreso al protagonismo en 2011, así como por el desarrollo de sus creencias y propuestas. “Su posición como segunda fuerza de Egipto nace de su arraigo popular, y no de la ausencia de otras opciones”.
Según dijo el autor a la Agencia Efe (de la que lleva muchos años siendo corresponsal en Oriente Medio), los Hermanos Musulmanes “han sabido modernizarse pero aún les falta adaptarse completamente a la sociedad egipcia, que, al igual que el grupo, adolece también de importantes divisiones”.
El libro está prologado por el periodista Guillermo Altares, redactor jefe de la edición digital de El País, quien explica lo que está aconteciendo estos meses en el “mundo árabe (simplificando)” diciendo, desde un indudable optimismo, que “palabras como dignidad, esperanza, juventud, democracia y futuro se fueron apoderando de una parte del mundo que había vivido atenazada entre dos temores: a sus dictadores actuales y a sus dictadores futuros, en forma de partidos islamistas... Sin embargo, al final la historia se abre camino y … la democracia sabe protegerse de sus enemigos”.
Según expertos internacionales, la Hermandad cuenta hoy con 4 millones de miembros, pero “al menos el 35% de la población egipcia comparte sus ideas”, es decir, unos veinte millones de personas. Para el más popular de los escritores egipcios vivos, el dentista Alaa Aswany autor de “El edificio Yacobián” (de obligada lectura para quienes pretendan saber al menos un mínimo de la sociedad urbana egipcia), “el papel de los Hermanos Musulmanes hasta ahora fue exagerado intencionadamente por el régimen para justificar su dictadura, y por algunos gobiernos occidentales que le hacían el juego a Mubarak con sus miedos sobre el fanatismo. No debemos olvidar que es un movimiento no violento, de extrema derecha religiosa... igual que los partidos que hay en Suecia o Alemani, o el Tea Party en Estados Unidos” (declaraciones a Público).
Los Hermanos, discretos en los primeros momentos de las protestas, a lo largo de la revuelta consiguieron hacerse indispensables. Engrosando las filas de los manifestantes, aportaron sus conocimientos y distribuyeron alimentos y medicinas en la Plaza Tahir, centro neurálgico de la contestación popular en El Cairo. Ahora queda por ver hacia donde van a evolucionar en el futuro.
Javier Martín es autor también de Hizbulah. El Brazo armado de Dios Suníes y chiíes. Los dos brazos de Alá.

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