viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Cuál ES EL GOBIERNO AUTÓNOMO MÁS FACHA DE ESPAÑA?



Ya que nos hemos metido en harina continuaremos premiando los modelos que nos regala el PP por la extensa geografía española. Comencé esta serie de entradas en el blog como una broma y empiezo a tomármelo muy en serio. Cierto es que me divierte mucho meterles el dedito en el ojo y cabrearlos un poco. Además, si esto sirve para que algún desinformado que les votó se lo empiece a pensar habrá merecido la pena.

Tengo magníficos recuerdos de mi relación con los uniformes, fueran estos azules, grises, marrones o verdes provocaban en mí una sonrisa irónica que casi siempre me ocasiono algún problema. En el ejército del aire, se supone que el cuerpo más ilustrado, me permitieron ser ateo y no jurar bandera pero me encerraron por ser irónico y porque no compartían la sutil crítica de los artículos y dibujos de Plumaroja, entonces el camaleón, en La Voz de los Cuarteles, órgano de expresión de la Unión de Soldados Demócratas (USD) que el Partido del Trabajo (PTE) me encomendó organizar en la región de Murcia. Aún se acuerdan de mí en la Academia General del Aire. Lo curioso es que no recuerdan mi nombre pero si recuerdan al “rojillo”, apodo que me puso un soldado catalán que era “rojo” y me sacaba dos cabezas.

Ya antes había tenido relaciones intensas con las gentes de uniforme. La más estrecha fue con dos “policías armadas” del año 77 a quienes les pinte en sus narices las siglas JGRE (Joven Guardia Roja de España) en la madrugada previa a que el gobernador civil inaugurara la nueva comisaría de Puertollano. He de reconocer que se molestaron mucho por aquello, llegaron a amartillar el arma y a gritarme algunas lindezas, hijoputa y rojo de mierda me decían mientras corrían persiguiéndome. Los despiste en un segundo porque había estudiado en la academia Cervantes, próxima a la comisaría, y me conocía todos los atajos. Se les debió caer el pelo, supongo, y sus compañeros preguntaron por mí y por el autor de dos de las letras de la pintada durante una semana.

Con aquella vocación por la escritura y la pintura no es raro que haya terminado firmando Plumaroja y escribiendo ranking como este de quién será el consejero más facha de España. En recuerdo a mis años de uniforme y por solidaridad con el azul “guindilla” traigo a vuestra consideración los méritos de la Consejería de Seguridad Ciudadana de Melilla, que ha tenido a gala conceder la Medalla de Oro de Policía Local al ex consejero de Seguridad Ciudadana Ramón Antón Mota, personaje de envidiable pasado franquista, casi tanto como el de la ciudad autónoma.

Entre los méritos que la Consejería de Seguridad Ciudadana destaca del exconsejero para otorgarle la condecoración está el de haber asistido "en comisión de servicios" con el Delegado Gubernativo a la última ejecución que hubo en España por garrote vil y penúltima pena de muerte dictada por un consejo de guerra en 1974: la del joven catalán Salvador Puig Antich. Otro de los méritos que se subrayan en el currículum de Antón Mota, quien promovió el distintivo que ahora se le concede, es el de haber estado destinado en Irún en 1970, "donde se declara por primera vez el estado de excepción tras los continuos incidentes de orden público", según consta en la propuesta de concesión de la Medalla, firmada por el actual consejero de Seguridad, Francisco Calderón Carrillo.

La atribución del distintivo, que será entregado el próximo 29 de septiembre, salió adelante con el voto en contra de todos los grupos de la oposición: PSOE, Coalición por Melilla (CPM) y Populares en Libertad (PPL). La motivación que ha llevado a estos grupos a rechazar la propuesta también tiene que ver con la cuestión "ética" que supone premiar a la misma persona que ha promovido la concesión anual de esta condecoración.
Plumaroja piensa que el trabajo de este individuo está más que reconocido en el salario, no sé si merecido, que recibe. Todo lo que huela al régimen franquista debe desaparecer y más en este caso en el que se presume, a través de un currículum, de haber asistido a una de las últimas ejecuciones de la dictadura. Alguien que incluye un episodio como ese en su trayectoria profesional no debería recibir dinero de las arcas públicas", añado. 

La duda que me asalta es si extender el premio a todo el gobierno de la ciudad autónoma. Méritos no le faltan ya que aún mantiene una estatua de Francisco Franco y es reacio a aplicar la Ley 52/2007 de memoria histórica. La efigie del dictador sigue a los pies de la muralla de la ciudad, en plena vía pública. No lejos de allí, otro monumento al régimen continúa presidiendo una de las principales avenidas de la ciudad, ocupando el lugar del antiguo Café La Peña. En aquel establecimiento se reunían intelectuales republicanos y, tras el alzamiento militar, fue destruido y sus propietarios fusilados. El destino del conjunto arquitectónico —en el que se lee "Una grande libre"— se vuelve incierto después de que el ministerio de Defensa se ofreciera a retirarlo a cambio de que la Ciudad Autónoma le cediera la titularidad del mismo. El Gobierno de Melilla, en cambio, se niega a hacer este traspaso, dejando en suspenso la aplicación de la ley de memoria histórica.

Revisados los méritos creo que es de justicia conceder el galardón del Gobierno Autónomo más facha de España al de Melilla, aunque nos reservamos el derecho a rectificar si algún otro de los 17 supera en hazañas al premiado.

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