martes, 25 de febrero de 2014

Radiografía del desempleo en España

Daniel Lacalle || Ingeniero Aeronáutico y Sociólogo. Fundación de Investigaciones Marxistas.
En España ya hemos alcanzado la fatídica cifra de 6 millones de parados, de acuerdo con Eurostat, lo cual es una muestra más, la más dolorosa, del desastre nacional en el que vivimos. Desde los inicios de la crisis, a mediados de 2007, llevamos más de cinco años con el paro y la tasa de paro creciendo de forma constante, hay 4 millones más de parados con una tasa cercana al 26%,  y el paro se ha convertido en el principal problema y preocupación de la mayoría de los españoles.
 Ante la despreocupación del gobierno por el desempleo, los ciudadanos han comenzado a organizarse, como la Red por la Dignidad de los Barrios y Pueblos de Madrid, que el jueves 7 de febrero ha protagonizado distintas protestas por las sedes del INEM de Madrid
Detrás de las cifras se encuentran las personas, junto con ellas las familias y en multitud de casos los dramas. Demasiados para que nadie, y muchos menos nadie desde el gobierno y su partido, se permita el lujo de insultar y denigrar a esos parados. Recordemos el ‘qué se jodan’ y los aplausos en el Congreso de los diputados al aprobar una ley de reforma laboral de la que está universalmente reconocido que no solo no crea empleo sino que favorece el incremento de los despidos, la afirmación en las Cortes valencianas de que se utiliza la prestación por desempleo para comprar pantallas de plasma al justificar los recortes en esas prestaciones y la surrealista afirmación en conferencia de prensa del Ministerio de Empleo de que los titulados que no tienen otra salida que emigrar lo hacen por afán de aventura.
Planteado el marco de la situación, detengámonos en una rápida aproximación a describir quiénes son esos parados. Los parados son trabajadores, en su gran mayoría trabajadores asalariados, aunque una cantidad no despreciable sean autónomos. En el momento actual, proceden en gran parte de seis sectores de actividad; de mayor a menor en la cantidad de parados, construcción, trabajos públicos (administraciones, educación y sanidad), comercio (al por mayor y al detall), agricultura, industria manufacturera y hostelería, de donde proceden el 35% del total, más de 2 millones de personas.

Donde domina la precariedad y en el sur de España

Al analizar la evolución en la crisis esos son los mismos 6 sectores de donde procedía el 51’5% de los parados a comienzos de 2008, con un orden ligeramente diferente. El descenso del porcentaje indica que de cara a los sectores de actividad el paro se extiende y diversifica, la crisis afecta cada vez más a todo y a todos.  El paro, de todos modos, se concentra en los sectores en los que domina la precariedad laboral (construcción, comercio, hostelería, agricultura), pero también de forma creciente en los trabajadores públicos y la industria manufacturera, en otros tiempos entre los sectores mejor situados.
El paro se concentra en los sectores en los que domina la precariedad laboral (construcción, comercio, hostelería, agricultura), pero también de forma creciente en los trabajadores públicos y la industria manufacturera
Desde la perspectiva territorial, la intensidad del paro se concentra en el sur del país, y esto procede desde antes de la crisis, en realidad es una brecha histórica; con la crisis las diferencias norte-sur se han ampliado. Andalucía, Canarias y Extremadura, con tasas de paro por encima del 30%, más de 5 puntos sobre la media, son las comunidades peor situadas seguidas de Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha, las tres alrededor del 28%.

El porcentaje de parados sin prestación alguna supera el 50%

El paro no solo está en 6 millones de personas, sino que desde el inicio de la crisis el crecimiento ha sido sencillamente monstruoso: 4 millones de más, a una media de 246 diarios, festivos incluidos. Los parados lo son, en gran parte, de larga duración (más de 1 año buscando trabajo): más de 3 millones de personas, el 52’5% del total, durante el periodo que llevamos de crisis. El aumento ha sido de 2,65 millones, 145 diarios. Los parados también forman parte de los cabeza de familia, 3 millones de ellos.El número de hogares con todos sus miembros sin trabajo ha estado aumentando constantemente, hasta alcanzar los 1’74 millones. Es decir, más de la mitad de los parados lo son de larga duración y en el caso de estar sin derecho legal a prestación (más de 2 años buscando trabajo) son el 30%, 1’75 millones; de hecho, el porcentaje de parados que no perciben prestación alguna por una u otra causa es mayor que esa cifra y supera al 50% del total. El drama de la pobreza y de la desestructuración familiar es, por lo tanto, enorme.
En nuestro país el paro ha sido mayoritariamente femenino, con más mujeres trabajadoras que varones. Así ha sido hasta el inicio de la crisis. Pero con el desarrollo de ésta la pauta general se ha invertido: las mujeres han soportado mejor la crisis y las tasas de paro entre los dos géneros se han ido acercando paulatinamente hasta casi anularse la diferencia, habiendo ahora casi 430 mil varones más que mujeres en paro. Sin embargo, esta evolución no ha cambiado el hecho de que la mujer trabajadora está en situación más precaria, con menos salarios, peores jornadas y peores condiciones de trabajo, en muchos casos al borde de la exclusión, sobre todo en mujeres cabezas de familia monoparentales.
La edad es una variable importante en la incidencia del paro, más de la mitad de los menores de 25 años (más del 52%) están en esa situación desde el inicio del 2012, lo cual supone una auténtica catástrofe; en el grupo entre de 50 y 65 años, teóricamente siempre en mejores condiciones que la media, la tasa de paro ha pasado con la crisis del 5’5% al 19% y el número de parados se ha multiplicado por cuatro, con el agravante de que en las actuales circunstancias si se pierde el empleo con 45 o más años es prácticamente imposible volver a colocarse.
Desde la perspectiva territorial, la intensidad del paro se concentra en el sur del país, y esto procede desde antes de la crisis, en realidad es una brecha histórica: con la crisis las diferencias norte-sur se han ampliado
Finalmente, otro de los mayores grupos laborales con más riesgo de entrar en el paro son los trabajadores de menor formación y cualificación. Los parados de este grupo (analfabetos más educación primaria) suman casi 1’1 millones, cerca del 20% de los parados, lo cual supone una tasa de paro del 38%, siendo el más claro ejemplo de que la falta de formación es uno de los elementos claves para caer en la precariedad laboral, y en el paro. A ellos se ha sumado en los últimos tiempos la situación del grupo de mayor cualificación, los titulados universitarios. Hay que partir de la base de que es un grupo laboral relativamente privilegiado, y de hecho lo continúa siendo. De todos modos, los parados del grupo son algo más de 1´2 millones y su tasa de paro es de casi el 22%. Pero la realidad es que sus expectativas se han ido cerrando y, de hecho, la búsqueda de trabajo fuera del país va en continuo aumento dentro de este grupo.
En resumen, los parados españoles han dejado de ser en su mayoría mujeres para extenderse el fantasma del paro a los dos géneros; son mayoritariamente trabajadores de sectores precarizados, a los que se han añadido los empleados públicos y los trabajadores de la industria manufacturera, ampliando también los sectores; son mayoritariamente del sur; y  poseen muy baja formación y cualificación, aunque empieza a ser preocupante la situación de los de alta cualificación.

Tablas

I. Desempleados por sectores con mayor paro (en miles)
II. Desempleados por géneros y edad (en miles)
III. Desempleados parados cabeza de familia y larga duración (en miles)
IV. Desempleados por nivel de formación (en miles)

(*) Todos los datos proceden son de elaboración propia a partir del Instituto Nacional de Estadística, Encuesta de Población Activa.

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