martes, 6 de enero de 2015

Concienciar o ilusionar: 2015, el año que empieza

Ángel Carrasco Fernández. Democracia Real Ya DRY

Ya está aquí el 2015 y empieza con unas elecciones en Grecia. Parece que este país vuelve a estar en la agenda mediática tras años de ausencia. Nunca nos hemos olvidado de ellos como tampoco lo hemos hecho de Portugal, Italia y ninguno de los países de América Latina que son nuestros aliados naturales.
Atributtion: Joanna
Atributtion: Joanna
Los poderes económicos ya han empezado la campaña y va a ser muy dura. El enemigo está dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener su poder y lo hará, no os quepa ninguna duda. Si como parece SYRIZA gana las elecciones tendremos un buen ejemplo (como siempre lo hemos tenido con Grecia) de lo que ocurrirá posteriormente en España. Veremos cómo la campaña del miedo se hace cada más fuerte para evitar su victoria. Pero conseguir el poder político no es más que echar a los capataces que gestionan lo público para ponerlo al servicio del poder económico, los verdaderos gobernantes. Por lo tanto, una vez llegado este punto el capital tiene tres opciones para mantener su poder:
  • Puede sobornar a SYRIZA Para colocarlos como nuevos capataces, como ya ha hecho en otros procesos ilusionantes para el pueblo;no hace falta ir muy lejos para darse cuenta de lo que pasó con un partido llamado socialista al principio de la Transición española.
  • Puede sobornar al pueblo para que abandone la lucha mediante concesiones y una campaña de manipulación mediática, valiéndose además de los mercados en un ataque bestial a la prima de riesgo y la Bolsa griega. De esta forma, sin unas masas populares concienciadas, el gobierno no podría tomar las medidas necesarias para realizar la revolución necesaria, ya que el apoyo popular caería en picado.
  • O, si ve comprometido su poder, no dudará en recurrir a una lucha abierta mediante un golpe de Estado, como ya hemos visto a lo largo de historia en tantos países; recuerden el Chile de Pinochet, o, sin ir más lejos, fijémonos en la España del S.XX
Si extrapolamos lo que ocurre en Grecia a nuestro contexto nacional, las elecciones municipales y autonómicas de mayo, y sobre todo las generales de noviembre son las que marcarán el devenir de nuestro país. Pero llegar a la Moncloa no es suficiente para romper con el sistema actual. PODEMOS ha conseguido captar la atención de todos los sectores desfavorecidos de la sociedad de una forma asombrosa, ya que cada uno tiene una idea parecida, pero a la vez diferente de lo que implica el proyecto, que no tiene por qué corresponderse con el objetivo de Pablo Iglesias y su equipo. Sin embargo, se ha generado una ilusión enorme que puede arrastrar a PODEMOS a llegar al gobierno. Pero el medio para llegar al poder les hará rehén de las políticas que puedan llevar a cabo y, por lo tanto, la ruptura será muy difícil, sino imposible. Es necesario presentar un programa y hacer pedagogía para que las masas populares lo entiendan y lo hagan suyo.
Si el pueblo no toma conciencia, si las masas populares ni siquiera tienen claro las medidas necesarias para revertir esta situación y si no se presenta un programa revolucionario, escondiéndose éste bajo la socialdemocracia, lo único que conseguiremos es que todo cambie -aparentemente- para que todo siga igual. ¿Qué ocurrirá cuando PODEMOS trate de salir del Euro? ¿Qué ocurrirá cuando nacionalice los sectores estratégicos y cree una banca pública? ¿O es que acaso PODEMOS sólo pretende realizar reformas que maquillen la situación actual?
Si queremos conseguir el poder para realizar una ruptura con el sistema actual necesitamos muchos como José Luis Sampedro que sean capaces de aclarar términos complejos de manera sencilla y cercana haciendo pedagogía para concienciar a los jóvenes. Necesitamos muchos como Marcelino Camacho, que construyan sindicatos de trabajadores y mantengan la coherencia que él demostró durante toda su vida. Necesitamos también muchos como Julio Anguita, con esa claridad de ideas y ese liderazgo que le permite adelantarse a los acontecimientos, poniendo por encima el “programa, programa, programa”. Y, sobre todo, necesitamos millones de Anas, Cristinas, Antonios, Josés, Elenas; necesitamos que los cualquiera sean conscientes de la situación y construyamos juntos un contrapoder. Y eso no se puede hacer con ilusión. La ilusión es efímera, la ilusión se acaba cuando se llega a lo concreto y, además, es fácilmente manipulable.
El pensamiento crítico es fundamental; unas clases populares a las que no se les puede engañar tiene que formarse. La vanguardia debe hacer pedagogía, debe explicar las medidas sin ambages, identificar al enemigo claramente y no con significantes vacíos que llevan a confusiones y engaños. Es necesario tener conocimientos de historia, economía, psicología, dialéctica, etc.. de forma que el pueblo tenga conciencia y sea capaz de discernir sobre lo que ocurre. Un pueblo que toma conciencia de clase para estar al frente de la lucha y ser capaz de marcar el camino es la forma de evitar que los poderes económicos puedan contraatacar y que por fin seamos capaces de salirnos de este círculo vicioso de ilusión, corrupción y tiranía que el capitalismo nos lleva marcando desde el principio de su existencia. La labor de concienciar al pueblo es el camino para que éste sea capaz de elegir su destino y que se cumplan las palabras de Salvador Allende en uno de los mejores discursos en castellano, no sólo por la calidad del mismo, sino por lo emotivo del momento:
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”.
2015 va a ser el año en que echemos a los capataces del poder político, y los que creemos que es necesario romper y llevar a cabo la revolución colaboraremos en lo posible para que eso ocurra. Pero 2016 tiene que ser el año en el que echemos a sus jefes y hay que trabajar muy duro para conseguirlo. Si tanto en Grecia como en España el cambio se desvía y nos quedamos en meras reformas que no hagan sino apagar esta oportunidad histórica los revolucionarios debemos estar en primera línea para conseguir el sueño de Allende y de tantos otros a lo largo de la historia.

1 comentario:

  1. España no es Grecia , los españoles no somos como los griegos . El poder ahora habla de Grecia pero si no existiera Grecia hablaría de otra cosa , como ha hecho siempre . Lo que es evidente es que ni el PP , ni el PSOE . ni IU , ni CIU , ni el PNV , ni UPyD , ni Sampedro , ni Marcelino Camacho , ni Julio Anguita , ni UGT , ni CCOO que han tenido su tiempo y no lo han hecho , no podemos esperar a salir con las mismas formulas que hasta aquí nos han traído . El problema NO es el EURO en si mismo , el problema son los que manejan y dirigen el EURO . Claro que hay que hacer pedagogía , que se debe de explicar las medidas sin ambages y muchas cosas mas que hasta ahora NO se han hecho, no se si será Podemos o Guañem o cualquier otro , pero los que hasta ahora hemos tenido , NO lo harán , siempre hablando del pueblo , de la democracia , de la libertad con esos " discursos " huecos que solo han servido para mantenerse ELLOS en " sopa boba " manteniendo sus privilegios de " clase política " . El camino es hacia adelante

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